Ciclos Límite, Connivencia y Efecto Mariposa

Ciclos Límite, Connivencia y Efecto Mariposa

Dr. Gilberto Hernández Quirós
ghernandezq@gmail.com 

"Podés morir para marcar la diferencia."  La frase anterior hace referencia al "efecto mariposa" en el cual el poder de influencia sutil de una persona puede tener grandes consecuencias positivas o negativas a nivel personal, grupal, local o global.  El batir de las alas de una mariposa puede resultar altamente potente ante las grandes fuerzas.  Lo mismo sucede con la influencia que puede tener una persona al decidir partir por la mitad la connivencia y el automatismo que le mantiene cohesionado a un sistema rígido, a un ciclo límite.


El efecto mariposa subraya la profunda influencia que pueden ejercer los individuos comunes en la sociedad siempre y cuando posean la humildad fundamental necesaria para ejercer dicha influencia de un modo positivo.  La sabiduría china indica que "el poder de las alas de una mariposa puede percibirse en el otro lado del mundo."  Tanto la naturaleza como la sociedad y en nuestras vidas cotidianas, el caos gobierna a través del efecto mariposa.


El poder de la impotencia
Las sociedades exploran distintos modos de organizar a mayor número de personas.  La mejor de las comunidades intenta equilibrar la necesidad de estabilidad colectiva frente a la necesidad de liberar y creatividad en el individuo.  El desequilibrio en la sociedad se da entre quienes tienen el poder de influir en la sociedad y aquellos que carecen de él.  Según los antropólogos, los King bosquimanos del desierto de Kalahari en África, son muy conscientes del peligro de que los individuos basen su identidad en el poder y no agradecen a quienes le ofrecen compartir un rico botín al regresar de una cacería por creer que serán vistos como sirvientes o inferiores. 


Las sociedades contemporáneas no han sido tan perspicaces como los kung para asegurarse de que el concepto de poder no domine las relaciones dentro de la comunidad.  Por el contrario, basan su poderío en el dominio de las relaciones dentro de la comunidad, controlando deseos individuales y colectivos, incluso destruyendo la vida y las manifestaciones de ella obsesionados con el poder.  Los valores espirituales y humanistas han sido postergados en beneficio del valor central emergente del poder. 


Existe hoy una obsesión por el poder del dinero, el poder de la personalidad, el poder de la mente, el poder de las computadoras, el poder de la organización, el poder político, el poder del amor, el poder del sexo, el poder de la juventud, el poder de la religión y el fundamentalismo de la misma, el poder para cambiar nuestra imagen o nuestros genes, el poder de las armas, y el poder de las relaciones entre grupos.


La verdad es que nuestra obsesión por el poder puede ser simplemente el síntoma de nuestro propio sentido de impotencia.  La teoría del caos nos hace ver la influencia en el existencia de vórtices.  Aunque no poseamos el poder del controlador en un sentido tradicional, todos poseemos el "efecto mariposa" de la influencia sutil. ¿Qué es la influencia sutil?  La influencia sutil se refiere, inspirado en el escritor checo Václay Havel quien desafió a la respuesta tradicional de luchar contra el poder y propuso un tipo de acción radicalmente distinta, a la que llamó "el poder de los impotentes," a las formas de liderazgo jerárquico que se mantenían vivos gracias a la connivencia de los miembros menos poderosos de la sociedad.  El mejor ejemplo de influencia sutil es el del verdulero que puso un cartel en el cristal de su local y decía "Trabajadores del mundo, ¡únanse!".


La subordinación es evidente a la dinámica interior de un sistema que depende del acatamiento de todo el mundo.  Responde a una acción de cientos de miles de diminutas interconexiones que sostienen el sistema y hacen que los individuos sigan las directrices del partido.


Es posible que muchos creamos que actualmente vivimos en sociedades libres y democráticas.  Sin embargo la realidad es que somos parte de la connivencia y el automatismo que describe Havel.  En términos del caos, los sistemas que operan mediante la connivencia y el automatismo no son, obviamente sistemas creativos abiertos; son más bien rizos retroalimentadores negativos.  Los rizos negativos no son una expresión de grados de libertad sino que representan microrrizos encerrados juntos de tal manera que crean un gran rizo obsesivo y repetitivo al que los científicos del caos llaman un ciclo límite.  Los sistemas del ciclo límite son aquellos que se aíslan del flujo del mundo exterior porque una gran parte de su energía interna está dedicada a resistirse al cambio y a la perpetuación relativamente mecánica de los modelos de conducta.  Quienen llegan a la cumbre son aquellos que se mantienen engrasados y cohesionados al mecanismo de la connivencia.  Los ciclos límites igualmente operan dentro de la psicología de un individuo.

El poder positivo del efecto mariposa implica el reconocimiento de que cada individuo es un aspecto indivisible del todo, y que cada momento caótico del presente es un espejo del caos del futuro.  El poder positivo del efecto mariposa es el poder de los sistemas abiertos.

Los sistemas rígidos -los ciclos límites- dependen de que cada uno sacrifique un poco de su creatividad en cuanto individuo para confabularse en aras del sistema.  Las sociedades rígidas -ciclo límite- requieren que las personas se vuelvan transgresoras y sacrifiquen su creatividad y libertad.  La innovación transgresora y el efecto mariposa permite que lo que se pensaba inconcebible pueda ser fundamental para efectuar cambios positivos en la realidad de ciclos límite.  La teoría del caos nos recuerda que el mundo puede cambiar constantemente y que dependemos unos de otros al formar parte de un lenguaje, una sociedad e interrelaciones comunes.